* Por Silvina Morelli
Los alrededores del Congreso Nacional se colmaron de personas que reclamaron el postergado tratamiento de una Ley que reglamente el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en el llamado "Pañuelazo Verde". Lo cierto es que la Campaña Nacional tiene mucho más de una década: se juntaron firmas y se presentó un proyecto pero nada pasó. Es evidente, que el tema nunca tuvo la viabilidad política necesaria para tomar estado parlamentario y para poder debatirse seriamente.
Un dato subjetivo a mi criterio: la hipocresía. Porque es bien sabido que las mujeres abortan: las que tienen capacidad de pago, en clínicas privadas, con todo lo necesario para monitorear sus vidas o asistidas por un profesional que suministra los medicamentos abortivos; las que no tienen dinero, vaya a saber dónde y en qué condiciones.
Entre los datos más bien "objetivos" podemos señalar los que arroja un informe de "Aministía Internacional" -cuyo enlace dejo al pié de esta columna- en el que se esboza de qué hablamos cuando hablamos de aborto y de la lucha por su despenalización.
En un contexto histórico de franca lucha en torno contra la violencia hacia las mujeres, éstas siguen siendo coaccionadas por las decisiones patriarcales sobre sus cuerpos. El mencionado informe dice al respecto: "Una forma de manifestación de la violencia ejercida contra la mujer se desarrolla en la batalla por el control de la vida y cuerpos de las mujeres, que se libra de forma especialmente encarnizada en torno del aborto". Asimismo, sugiere: "Todos los años, los abortos en condiciones de riesgo le cuestan la vida a miles de mujeres. (...) Sin embargo, se silencia a las mujeres y se las excluye de los procesos de toma de decisiones".
Según esta ONG, el aborto es la principal causa de muerte materna en 17 de las 24 provincias de nuestro país. Y aún con las dificultades derivadas de la "clandestinidad" de esta práctica, pudo saber que se practican entre 370.000 y 522.000 abortos clandestinos por año y que en los hospitales públicos ingresan 53.000 mujeres por año, de las cuales la mayoría tienen ente 20 y 29 años, pero un alto porcentaje de esa cifra corresponde a niñas y jovencitas menores de veinte.
Estos escalofriantes datos deben llamar a la reflexión, no solo a legisladores que son quienes tienen que dar el debate en el Congreso, sino también a la opinión pública, que debe sincerarse despojándose de esa hipocresía que la atraviesa.
Cuando se instala la discusión sobre "aborto sí - aborto no" con la "grieta" que lo caracteriza, no falta quien argumente estar en contra porque "hay que cuidarse". Desde ya que hay que hacerlo -y no solamente para prevenir el embarazo no deseado-. Ahora bien, la cosa se complica en momentos en que los métodos anticonceptivos son de difícil acceso para amplios sectores de la
sociedad por sus altos costos y por los recortes presupuestarios que dificultan obtenerlos inmediatamente y en forma gratuita.
Recordemos que hasta hace unos años, la salud sexual y reproductiva era una política de Estado universal pero que hacía foco especialmente, en los sectores de mayor vulnerabilidad social que tenían acceso gratuito a métodos anticonceptivos y preservativos. La actualidad no parece evidenciar la continuidad de esta política porque muchas argentinas y argentinos sostienen que es "una quimera" poder hacerse con lo que necesitan para evitar el embarazo y no tienen ingresos suficientes -o no tienen ingresos- para comprarlos en una farmacia.
La discusión es amplia y necesita imperiosamente dejar a un lado posiciones patriarcales y conservadoras, no solamente en el ámbito médico sino en el político y social. La responsabilidad del Estado es vital ya que tiene que ser quien motorice el debate. ¿Cuántas mujeres más van a morir al año? Como dicen por ahí: "las ricas abortan, las pobres mueren".
-Informe completo "El acceso al aborto en la Argentina, una deuda pendiente": https://amnistia.org.ar/wp-content/uploads/delightful-downloads/2017/09/EL-ACCESO-AL-ABORTO-EN-ARGENTINA-ENTREGA03-FINAL.pdf
*Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA), orientada en Políticas y Planificación -Escritora - Consultora de Comunicación Política e Institucional - Adjunta a cargo de la materia “Elementos del Desarrollo Local” en la UNDAV - Capacitadora
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